CARACTERÍSTICAS
Se ataca la piedra con unos cepillos de púas metalizadas o diamantadas para, mediante fricción, satinar la superficie.
Se obtiene una superficie rugosa pero satinada, de tacto suave, ya que los picos superficiales de encuentran muy redondeados. Tiene un aspecto aterciopelado.
Se recomienda su uso en pavimentos para uso tanto en interiores como en exteriores aunque, en este caso, ha de comprobarse su grado de resbaladicidad. En pavimentos interiores no presenta dificultades significativas para la limpieza.